El Día Mundial del Medio Ambiente nos invita a reflexionar sobre el impacto que nuestras actividades tienen en el planeta. Es un recordatorio de que la protección del medio ambiente y la construcción de un futuro sostenible es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. Con el objetivo de mejorar la vida de las poblaciones y garantizar un futuro sostenible para las generaciones futuras, desde el Grupo BID estamos apoyando a los países a adoptar medidas que aborden los desafíos ambientales.

En el caso de Guatemala, el sector agrícola representa el 14% del PIB, genera alrededor del 30% de empleo y contribuye aproximadamente, con el 60% de las exportaciones del país. La importancia de la agricultura para la economía ha causado que sea un sector permanentemente en crecimiento. No obstante, aspectos tales como la inequidad, la pobreza acentuada en el sector rural, el limitado acceso a financiamiento y tecnología para el agro y el limitado conocimiento técnico para intensificar la producción agrícola, han ocasionado que ese crecimiento se realice de forma poco sostenible, incrementando las tasas de deforestación, y posicionado al país como el segundo más vulnerable frente al cambio climático en América Latina y el Caribe (ALC).

En ese contexto, surge el proyecto “Tecnologías agrícolas climáticamente inteligentes”, a través de una alianza entre la Fundación para el Desarrollo Empresarial y Agrícola de Guatemala (FUNDEA), con más de 31 años de experiencia atendiendo al sector agrícola; BID Lab, el laboratorio de innovación del Grupo BID; y el Fondo Verde del Clima (FVC). El objetivo principal es fortalecer las capacidades de los agricultores para adaptarse y mitigar el cambio climático, brindándoles acceso a capital y facilitando mecanismos para escalar la adopción de tecnologías agrícolas climáticamente inteligente.

Esto se logra mediante un modelo de finanzas mixtas (blended finance), que busca fomentar el financiamiento a tecnologías climáticamente inteligentes, las cuales son tradicionalmente no financiadas por la banca comercial al ser percibidas como riesgosas y por requerir términos de repago de largo plazo.

Adicionalmente, se ha desarrollado un modelo de soluciones para la optimización del recurso del agua a través de herramientas tales como polímeros para el uso agrícola, pluviómetros, infraestructura y sistemas de riego con energía solar. Por medio de la Unidad de Gestión Social y Desarrollo Empresarial (FUNDEA-UGESDE), se da acompañamiento al agricultor con demostraciones del uso de las tecnologías agrícolas, fortaleciendo la estrategia de digitalización y de información agroclimática. También se está apoyando en el diseño de un sistema de gestión análisis de riesgos ambientales y sociales, y un modelo de impacto económico, social y ambiental de las estrategias planteadas. Por otro lado, el fortalecimiento de las capacidades de los agricultores para enfrentar el cambio climático, resulta también en la generación de empleos verdes, contribuyendo a mejorar las economías locales en armonía con el medio ambiente.

Actualmente, el proyecto se ejecuta en 6 regiones de Guatemala y el 90% de los beneficiarios pertenecen a alguna de las 25 lenguas y culturas mayas que coexisten en el país. A través de una línea de crédito canalizada a través de FUNDEA, se benefician de manera directa a unos 10,000, ofreciéndoles financiamiento de largo plazo para la adopción de tecnologías climáticamente inteligentes. Se estima que los agricultores presentarán un incremento de productividad de hasta un 50%, reduciendo los gases de efecto invernadero -GEI- en 1.2 toneladas, mejorando su capacidad de adaptación frente al cambio climático e incrementando sus ingresos.

Este tipo de iniciativas nos demuestran que es importante unir fuerzas y trabajar en conjunto, como sociedad, para construir un mundo más próspero, inclusivo y sostenible. Celebremos este día reflexionando sobre la necesidad de un cambio colectivo que le devuelva el equilibrio a nuestro Medio Ambiente.